Velerie Henderson ▬ ID.

DATOS GENERALES DEL PERSONAJE

● Ocupación: Estudiante de 7mo curso, Hogwarts.
● Nacionalidad: Irlandesa.
● Lugar de residencia actual: Mullingar, Irlanda.
● Clase social: Media - alta.
● Familiares directos: Viktor Henderson, padre ▬ Sophia { Robstark } Henderson, madre.

INFORMACIÓN MÁGICA

● Linaje: Sangre pura.
● Escuela: Colegio Hogwarts, de Magia y Hechicería.
● Curso: 7mo curso.
● Casa: Ravenclaw.
● Bando: La Orden del Fénix.

DATOS GENERALES DE PERSONALIDAD

● Virtudes:
▬ Vee es bastante sencilla. En todos los aspectos. De comprender, de vestir, de ser.
▬ No sabe cómo mentir, por lo que mejor ha optado por no hacerlo, y ni siquiera lo intenta. Prefiere siempre ir de frente, con las cosas.
● Defectos:
▬ Vee no sabe cuándo debe callar, y cuándo decir las cosas adecuadas. Mete la pata muy a menudo, cuando de cosas importantes y serias, ocurren.
▬ Es bastante sensible a los comentarios hirientes, y pierde los estribos con bastante facilidad.
● Gustos:
▬ El té Desayuno inglés.
▬ El olor a café, recién hecho.
▬ La lluvia, y salir a caminar debajo de ella.
▬ Las galletas de su abuela.
▬ Reír.
● Disgustos:
▬ La mentira.
▬ La hipocresía y el sinismo.
▬ Los animales, en especial, los insectos.
▬ El color rosa.
▬ Las sorpresas.
● Debilidades:
▬ Los animales.
▬ Las arañas.
▬ Los payasos y sus terriblemente enormes sonrisas.
▬ El dolor físico.
● Descripción Psicológica:
Vee es exactamente… común, para suerte de muchos. Igual que todas las chicas de su edad, juguetonas y hormonadas. Igual que cualquier chica que puedas conocer. Dice sí, cuando es no; quizá, cuando es sí; y no, cuando es no. Tan compleja como todas las mujeres. Sin nada, demasiado rebuscado.

El lío está, en que muy pocas veces, actúa como una señorita. Sus modales los perdió hace mucho, mientras jugaba con su hermano al futbol, o al beisbol, o se sentaba en el piso de la sala de estar, para pintarse las uñas de los pies, con las piernas completamente abiertas, porque… bueno, después de todo, estaba en su casa. Nadie podía decirle que no era apropiado comportarse de aquel modo, siendo que estaba en su propio techo ¿verdad? En las noches, prefiere dormir con una camiseta robada a su hermano, o en su defecto, a su papá; porque las camisas de chico, le parecen super cómodas; hecho que le ha traído ciertos problemas con su madre, que no ve que esto, sea demasiado adecuado para ella.

Vee, como cariñosamente la llama Kyle; es una muchachita simpática y abierta, cuando quiere. El resto de veces, es huraña y más bien silenciosa, tratando de no llamar demasiado la atención, para no sonrojarse. Es bastante fácil hacerla enojar, y honestamente, no deseas eso. No, a menos que quieras que saque unos cuantos secretitos tuyos, a voz de gritos, quiero decir. ¿Mencioné antes, que es silenciosa? Sí, claro que sí. Lo que no mencioné, es que, tras ese silencio, se esconden unas ansias de curiosear y trastabillar los hilos de la situación, para su propio beneficio. Emplea su tiempo libre, que es bastante; para investigar lo que le interesa, sobre todo si se trata de chismecitos de una persona. Pero no te equivoques. Velerie no lo hace por maldad, sino más bien por entretenerse. Nunca ha salido de sus labios, algo que le hayan contado en silencio, o en su defecto, algo que haya visto; a menos que se trate de alguien que la haya estado molestando durante mucho tiempo. Del resto, todo lo que ve, o le cuentan, permanece sellado en su cerebro, en una caja fuerte de la cual ha olvidado la contraseña para abrirla.

Gruñona y de mal genio. Así se despierta Vee todos los días de su vida, razón por la cual, en las mañanas, es mejor no estar cerca de ella. Su familia es compadecida por todo el vecindario, porque deben soportarla durante un par de horas, todas las mañanas, hasta que pasa su momento de si me ves, correrá sangre. Además, discute por todo, y con todos; siempre que puede. Probablemente sea esto, lo único que la hace hablar en voz alta constantemente; y ver aquellas escenas, es todo un poema.

Velerie sabe como discutir. No es, para nada, de las que pierde los estribos ▬aunque algunas veces, hay excepciones a ésta regla▬. Sus discusiones normalmente llevan todas las de ganar, debido a que sabe desde dónde y cómo manejar las cosas a su favor. Es bastante inteligente en éste aspecto. De esto, no hay dudas. Sarcástica y un poco cruel, si se quiere; V bota veneno puro y duro por su boca, cada tanto.

No eres más perra, porque no persigues gatos; si quisiera que alguien se comiese mi comida, la hubiese donado a alguna sociedad de niños sin hogar, o algo ¿acaso no tienes familia?; son los comentarios más comunes que suelta en las discusiones. Y es que, las cosas que la hacen enfurecer, son bastante básicas: la chica que miró al niño que le gusta, o que el mejor amigo de su hermano se ha comido esta mañana, su cereal. Ambas razones son bastante poderosas, para una niña que lo ha tenido todo, desde cariño fraternal, hasta los más mínimos caprichitos que se le ocurren.

Excepto, quizá, los caprichos de niños que tiene de vez en cuando. Y es que, Vee es tan enamoradiza que da miedo. Su mente viaja a mundos paralelos, cuando alguien le atrae realmente, y se obsesiona un poco con ello. Pero no, no es nada preocupante. Así mismo, como las cosas llegan, se van. Es muy fácil verla babeando por un chico, y a la semana siguiente, verle y no sentir ni un solo escalofrío por él. Pero es algo retórico. No con todos pasa algo así: no de todos se obsesiona, no a todos olvida. Para poder llegar a tomar el corazón de la castaña, es necesario agradarle primero, caerle bien de alguna manera. Lo demás, viene solo, con el tiempo.

Vee, además, es un poco sensible. Da la sensación de que debe ser protegida y cuidada, desde el momento en que la conoces. Y es que la chica es bastante inocente y persuasiva; y cualquier comentario hiriente, le produce cierta tristeza por dentro, aunque no es algo que demuestre demasiado frecuentemente.

HISTORIA PERSONAL

● Historia:

Nota: La siguiente historia no presentará ninguna anomalía. Será simplemente, un recorrido de cómo llegó esta pequeña irlandesa de ojos café al Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.

Un doce de septiembre, en un atípico día nublado y grisáceo, nació la señorita que, más tarde, se convertiría en Velerie. Descendiente de un linaje de adinerados británicos. Fue hija única, y eso la convirtió en el centro de la vida de toda su familia. Era el centro de atención en las ceñas a donde sus padres la llevaban. Sus chispeantes ojos café, atraían a más de una familia que quería emparejarla con sus hijos. Era la niñita que lograba obtener a los mayores a sus pies, sin siquiera saberlo o proponérselo. Velerie tuvo, desde pequeña; su destino planeado, el cual sería más que perfecto: sería asombroso. Típico de una niña adinerada, con familia influyente en Irlanda.

Creció con sus padres en una de las casas que tenían en Irlanda, hasta los diez años; hasta que se mudaron a Manchester. En realidad, no era por nada relacionado con el trabajo de sus padres, sino más bien, por sus estudios. Siendo aceptada en Hogwarts, Vee partió a Londres aquel primero de septiembre, antes de cumplir sus once años, debido a que en esa misma semana, los cumpliría. Su primer curso, estuvo currado. Todo con sobresalientes. Esta chica estaba hecha para esto, ¿verdad?

Acomodada. Así era su vida. Sin embargo, Vee se cansó de ésto. No era sobre su vida. Se trataba de lo molesto que podía llegar a ser, el que su futuro fuese planeado por alguien mas que no fuese ella. Entonces, la relación con sus padres, cayó en picado, de manera asombrosamente rápido. Vee, al igual que la mayoría de chicas de su edad, se rebeló contra la perfecta élite en la que se rodeó desde pequeña. Su madre, sobre todo, vio ésto como un problema. Le obligó, básicamente, a obtener unos excelentes aprobados en todas sus materias, o la dejaría en la calle, de no hacerlo. No los necesitaba, pero se los exigió.

Probablemente ésta sea la única razón, por la que Vee se fue por la rama de Auror, en Hogwarts; siendo que practicamente necesitaba el sustento económico, al menos, hasta salir de Hogwarts. Y así pues, Velerie ahora no piensa en nada más, que no sea estudiar, y honestamente, no puede si quiera, desviarse de ese objetivo.